Aunque cualquier época del año es buena para regalar (o para que nos regalen) unos dulces, parece que el Día de los Enamorados es uno de los que más se prestan a ello. Y es que, ¿a quién no le gusta que le endulcen la vida? Con bellas palabras, claro, pero también con souvenirs tan apetitosos como estos de fabricación casera que os traemos hoy.
Materiales para esta idea:
- Cartulinas de colores chillones.
- Perforadora de papel con taladro en forma de corazón.
- Aguja e hilos de coser de colores neón.
- Cinta washi.
- Pequeñas bolsas de plástico con cierre hermético.
- Caramelos, candys, chicles… como relleno.
Tomamos una cartulina de color, previamente cortada en forma rectangular (de aproximadamente unos 10-12 cms de largo). Con la perforadora para papel, taladramos un corazón hacia la mitad de la hoja. Esta operación la realizamos en cada trozo de cartulina que vayamos a usar. Llenamos cada bolsita de plástico con un puñado de los dulces elegidos. Hay que procurar que no pesen mucho, así que si las llenamos con unos pocos caramelos será más que suficiente. Después doblamos la cartulina en torno a la bolsa del modo en que muestra la imagen, de forma que el corazón recortado se sitúe justo en la mitad, dejando ver a través de él los caramelos que contiene en su interior.
Completamos el souvenir decorando con cinta washi o dando unas puntadas de hilo en forma de zig-zag en la parte superior de cada bolsita (justo donde se sitúa el cierre hermético).
Y ahora, a sorprender a vuestra pareja de mil maneras: decorando una bandeja con estos paquetes, dejando uno sobre la almohada, escondiendo otro en el bolsillo de su chaqueta o en el interior de su bolso sin que se dé cuenta… Este es uno de esos detalles que arrancan una sonrisa nada más verlo.