Materiales necesarios:
- Tinta de varios colores: rojo, naranja, violeta, rosa…
- Cartulinas de color blanco u otros.
- Sello para estampar con forma de corazón.
- Tijeras.
Para comenzar, recortamos un corazón en una de las cartulinas. Para que os quede bien, podéis doblar la cartulina por la mitad y, a continuación, vais recortando en forma de arco. De este modo os aseguráis de que este corazón os queda simétrico. Este espacio nos va a servir de plantilla.
Cogemos otra hoja blanca (o del color que hayáis elegido) y, usando la plantilla que acabamos de hacer, empezamos a estampar en ella pequeños sellos, corazones en distintos colores. La idea es llenar con ellos todo el espacio disponible. Podéis rellenar tantas tarjetas como deseéis y, por supuesto, en distintos tamaños. Las podéis pegar sobre alguna caja que os apetezca decorar, hacer mini-tarjetas para acompañar un regalo, que sirva de portada para escribir esa tarjeta tan especial que tenéis pensado regalar… Una propuesta tan fácil y hecha con mucho cariño que no dejará indiferente a nadie.